Por fin has decidido vender tu casa, pero ahora te surgen muchas dudas, ¿la vendo, así como está, la reformo, qué precio pongo, a quién confiar mi casa para la venta?, etc.
No siempre será necesario, ni convendrá, reformar nuestra propiedad para vender porque depende de muchas variables como dónde se encuentra el inmueble, la situación del mercado, tu perfil como vendedor, del perfil de los compradores de la zona, el presupuesto del que dispones….
Si finalmente decides no reformar, porque no quieres o no puedes, tendrás que poner un precio, por metro cuadrado, más bajo que la obra nueva, propiedades con menos años o aquellas que estén reformadas en la misma zona. En esta opción tendrás que tener en cuenta también, que el comprador tendrá que realizar la reforma que no has hecho tú, además de que quiera asumir el estrés que ello supone. Es importante tener en cuenta que hay compradores que no quieren verse sumidos en obras.
Otro punto importante a tener en cuenta es la situación de la propiedad, no es lo mismo vender un piso para reformar en primera línea de playa, que en un pueblo de interior. Tendrás que tener en cuenta que si la situación de tu casa no es propicia para la venta, tendrás que asumir los gastos de mantener la propiedad durante un tiempo más largo, por lo que en este caso si que es más recomendable realizar una inversión en la misma con el objetivo de venderla antes.
Y ahora, ¿a quién le confío mi propiedad? Tienes que elegir a tu agente del vendedor que te inspire confianza. El agente vendedor, es el profesional inmobiliario que se especializa en la representación de tu propiedad y su trabajo consiste en defender la propiedad a la venta, con el objetivo de conseguir el mayor precio, y para ello tiene que asesorarte adecuadamente haciendo un estudio del mercado con los inmuebles de la zona, los precios de aquellos que se han vendido y los que no. En resumen, el agente vendedor se va a encargar de representarte y de tratar tu inmueble con el mimo y la profesionalidad que requiere.
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